Quizá el nombre de este jovencísimo empresario americano de 20 años no les suene, pero, si atendemos a los elogios de la Bilbao Web Summit hacia su nuevo modelo de publicidad para teléfonos móviles (con el que fundó la empresa Kiip) y otros galardones, comprenderemos la necesidad de ser todo oídos a sus propuestas.

Wong ha sido reconocido por la prestigiosa guía Mashable como uno de los cinco jóvenes empresarios a observar y ha sido galardonado con el premio Impact como joven empresario del año. En una entrevista concedida a ElPaís, el joven ha afirmado que “la expansión de la publicidad en los móviles será enorme”, ya que “hay gente que únicamente utiliza móviles para conectarse a Internet, una tendencia que se acrecentará en los próximos años”.


El fundador de Kiip cree tener la fórmula para acabar con esa queja tantas veces oída de que la publicidad en los móviles es abusiva, porque “cuando a alguien le interrumpen mientras juega, se enfada”. Dice que el 60% de la publicidad en los móviles se veía tras clics accidentales, y se pregunta cómo puede haber valor ahí. “La solución”, sostiene Wong, “es aprovechar los preciosos momentos de felicidad en los juegos. De esta manera, los anuncios llegan al usuario en un estado de concentración máxima y asociado a la felicidad, con lo que las marcas logran los beneficios asociados a esos momentos”.

Wong interpreta su éxito “como la reacción de la sociedad a lo que esperan de los jóvenes, que es ser innovadores”. “Los jóvenes tenemos la obligación de romper las normas”, afirma el empresario. “Si eres joven, tienes conocimientos y buscas trabajo, ¿por qué no montas una empresa? ¿Por qué no haces algo con tus capacidades? Hay que ser emprendedor”.

Al ser preguntado por la posibilidad de aplicar este modelo a la política, Wong prefiere permanecer libre, al tiempo que afirma “si Kiip no se usa correctamente y no representa emociones verdaderas, puede ser muy peligroso”.

Kiip es una red que recompensa a los usuarios por publicidad vista, fundada por Brian Wong, Courtney Guertin y Amadeus Demarzi y con sede en Nueva York y San Francisco.

Fuente: www.marketingdirecto.com